"Durante todo ese invierno, tuve un ritual semanal. Pasar la escoba, echar agua, cortar, sacar, hablarles a las plantas, decirles lo que yo mismo quería escuchar:
Que vendría la primavera. Que el sol volvería a iluminar nuestro patio."
La obra está estructurada en dos formatos fundamentales: monólogos de ambos personajes y momentos musicales donde, a través de situaciones coreográficas se genera el encuentro de la pareja. Esta combinación de formatos permite relatar el paso del tiempo de un modo lineal apoyado en las cartas, y de un modo elíptico a través del lenguaje corporal.
Blanco después es la historia de una pareja desde su comienzo hasta su fin. Juan es un artista plástico que conoce a Greta en una fiesta. Se enamoran a primera vista y comienzan una relación que durará más de seis años.
Esta relación se cuenta a través de un intercambio epistolar. Las cartas son testigo del amor que se profesan y de la evolución de su relación.